Pocos poemas circulan con la vitalidad de los de Mariano Blatt, incluso desprendidos del papel: reproducidos en videos, grabados en audios, enviados por chat, subidos a redes, leídos en talleres, compartidos con amigxs o regalados como estrategia de seducción. Una vez escuchada, su voz se nos queda seteada, su ritmo y tono se activan cada vez que volvemos a leerlos, aunque lo hagamos en soledad y en silencio. Magnéticos y pegadizos, los poemas de Blatt se escriben en un presente dotado de música, imágenes, sensibilidad, humor, inteligencia, erotismo, delirio e imaginación. Desde el corazón de la poesía argentina y universal, despegan hacia el futuro, donde lo esperan más y nuevxs lectorxs.