Los imperativos que alimentan el sistema socio-económico y cultural generan subjetividades, así como también nuestros deseos más profundos y frustraciones insoportables. La felicidad es también un formato que opera como arte de estas exigencias, siendo necesario revisar individual y colectivamente su incidencia en nuestro accionar.
“Siempre quise ser feliz, creo que voy bien…” es una serie de 136 dibujos realizados con tinta china sobre papel. La obra en formato libro desarrolla una narrativa similar a un diario personal, configurado y nutrido en gran parte por la información que Florencia Alvarez Guardo consume por medio del teléfono celular. Este universo fantástico presenta escenas de carácter onírico, erótico, sexual, emociones profundas originadas por sentimientos de angustia e incertidumbre.
En su conjunto estas obras dialogan entre sí con la intención de generar una sanación colectiva por medio de la identificación, el humor y la complicidad.