Partiendo de la idea de un modelo paradigmático de la tecnología en relación a la producción y a la difusión de información cargada de sentido, el presente ensayo se propone indagar el modelo comunicacional que nos impone un mundo lleno de imágenes. Concibiendo la imagen como una superficie significativa y al fotógrafo como ser dotado de inteligencia e imaginación, determinado por las posibilidades tecnológicas del aparato y que efectúa un recorte del mundo exterior, se piensa este sistema como un camino hacia la ilusión que nos hace alejarnos del mundo real.
El hombre ya no goza de un instante sin captarlo fotográficamente, ya no se puede ver al mundo si no es a través de las imágenes. En tiempos anteriores, las palabras explicaban a las imágenes, hoy el paradigma es exactamente el contrario, las imágenes explican al mundo.
Este es el reto del fotógrafo, cómo lograr oponerse al flujo de imágenes redundantes que alejen al hombre del entendimiento.