La foto no puede ser basura, la foto no es basura, la foto no se puede desechar. Leo cómo se puede destruir papel fotográfico. Recomiendan no quemarlo porque es tóxico por sus químicos. Recomiendan no tirarlo como basura común porque no se recicla ni se degrada. El papel de fotografía es eterno. Recomiendan hacer artesanías con él. Un jardín de flores de papel fotográfico con nuestras caras en sus pétalos no es para mí. Tampoco quisiera tirarlas a la basura común, siempre me da impresión cruzarme con fotos en o cerca de basureros, las caritas ahí, esos abrazos, esas sonrisas, entre pañales cargados y yerba mate. Eso sé que no quiero para nuestros instantes capturados. Recomiendan triturarlos para después poner las tiritas en bolsas que, otra vez, no se pueden tirar en ningún lugar. Imagino a mi madre migrando a su nuevo hogar más pequeño con fotos en todos los ambientes, o rodeada de bolsas de consorcio con nuestras caras en tiritas.
Páginas: 264
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Peso: 0.248 kgs.
ISBN: 9789878288147