Dosificado en entradas de diario, este ensayo autobiográfico de Alberto Giordano atraviesa más de tres décadas de amistad e intercambios literarios. Un encuentro inicial con el programa ético de César Aira a través de una entrevista de 1982, en la que declama: “Jamás utilizaría a la literatura para pasar por una buena persona”, un viaje a Buenos Aires con la misión —encomendada por dos jóvenes profesoras— de invitarlo a dar una conferencia sobre Arlt en Rosario, un viaje compartido a Lima, nacimientos, publicaciones, enfermedades, reconocimientos, la formación de bibliotecas personales, más visitas a Rosario, encuentros en bares, cartas y correos electrónicos.
Alrededor de Aira, Giordano esgrime una improvisación (que es, por definición, puro presente) movilizada por circunstancias cotidianas. A su tracción acuden anécdotas y documentos, de los que se sirve para edificar su mito personal: el de 1992 como “el año en el que ocurrió todo”.
Alberto Giordano nació en Rufino, en 1959, y vive en Rosario desde 1971. Es profesor y ensayista. Entre sus libros de ensayos se encuentran: El giro autobiográfico (Beatriz Viterbo, 2020), El pensamiento de la crítica (B V, 2015), La contraseña de los solitarios. Diarios de escritores (B V, 2013), Una posibilidad de vida. Escrituras íntimas (B V, 2006), Modos del ensayo. De Borges a Piglia (B V, 2005) y Manuel Puig. La conversación infinita (B V, 2001). Publicó además Volver a donde nunca estuve. Algo sobre mi padre (Bulk, 2020) y tres volúmenes con sus diarios, originados en posteos de Facebook: El tiempo de la convalecencia (Ivan Rosado, 2017), El tiempo de la improvisación (I R, 2019) y Tiempo de más (I R, 2020).