Campos escribe y desea. Se cruza con Fernández, muchos años menor y suerte de escritor maldito del under porteño, y pierde la cabeza. Él se presta al juego. Lo hace con arte, con misterio, con una pose tan provocativa como irritante. Porque mientras Campos se prende fuego en las llamas de la menopausia, Fernández se regocija con el ida y vuelta de la seducción. En ese ajedrez infinito hecho de palabras al oído, silencios, bares de poca monta y el ambiente siempre un poco onírico de las lecturas del mundillo literario, se desenvuelve esta historia que acumula tensión capítulo tras capítulo en busca de un estallido que parece sentenciado a la interrupción eterna. Un viaje sin retorno hacia las cumbres del deseo de una mujer que es, también, el descenso a los recovecos de las pulsiones de un hombre condenado a la palabra. Una novela de alto voltaje erótico y sinceridad extrema, matizada con pasajes de exquisita literatura.
Enzo Maqueira
