Coherente con su trayectoria plástica y obra escrita, la única novela de Luis Felipe "Yuyo" Noé, que lleva por título "Recontrapoder" y ofrece un relato con amalgama de texto y dibujo que hace foco en el caos y la fragmentación como parte del recorrido de un sujeto que se busca a sí mismo, fue publicada por primera vez en la década del 70 y es reeditada ahora por la fundación que lleva el nombre del artista y ensayista.
El relato fantástico escrito y dibujado por Noé (Buenos Aires, 1933) fue publicado en 1974 y reversionado como "Las aventuras de Recontrapoder" en forma de historieta en 2003 con la participación del dibujante Nahuel Rando, ambas publicaciones lanzadas por Ediciones de La Flor. Ahora se rescata la historia en el formato novela, que al momento de su primera edición pasó casi desapercibida.
"Códice rompecabezas sobre Recontrapoder en cajón desastre" -conocido por su título abreviado de "Recontrapoder"- agrega en esta nueva entrega una viñeta de la versión de 2003, donde el artista cierra el final "trágico" del personaje principal.
Se trata de una novela de difícil catalogación, la única escrita por Noé, que se suma a sus reflexiones teóricas sobre el arte y la teoría del caos -que desarrolla en su obra-, de característica fantásticas, con situaciones míticas y absurdas, por momento caóticas, que abordan el camino del autoconocimiento hasta encontrar un "sentido" de pertenencia social y un "ser en el mundo".
La publicación, realizada con el aporte del Fondo Nacional de las Artes, permite revalorizar el período 1968-1974 en la producción del artista, momento clave en su trayectoria que junto a otros documentos ayudan a entender su proceso creativo e intelectual y los cambios posteriores en su obra. Es que durante nueve años Noé dejó de lado la pintura, después de su regreso de Estados Unidos en 1968.
"Un día mintió a los demás días", comienza la novela surgida como parte del proceso de terapia psicoanalítica que realizó en 1970 y sobre todo en 1971. "Mi tema general siempre ha sido de una manera u otra el caos. Este libro salió como resultado de una terapia que hice, con el doctor especializado en psicoanálisis Gilberto Simoes", relata el artista en diálogo con Télam.
Unos meses después, en 1975, Noé presenta su exposición "La naturaleza y los mitos", en la que incorpora algunos de los personajes míticos creados durante la terapia. "Mientras hablaba, dibujaba. Después seguí dibujando en casa y fue un modo de volver a la pintura, porque el tema del caos me había llevado a instalaciones muy complejas que eran muy difíciles de guardar, trasladar, vender, darles destino", señala Noé. Esa dificultad para mover su obra durante su estancia en Estados Unidos hasta su regreso en 1968, fue el motivo mayor de su crisis: "Entonces quedé como fuera de hacer obra, y fueron esos dibujos que hice en terapia que me volvieron a la acción artística y como resultado de ese proceso (terapéutico) volví a pintar", refiere.
La novela surge como un "relato simbólico de las transformaciones de un individuo de la burguesía de Buenos Aires, y de las transformaciones subjetivas", explica Noé. Y aclara: "Pero este tipo existe con un nombre y apellido por fuera de los personajes interiores en que sucesivamente va siendo".
"El de 'Recontrapoder' es lo máximo a lo que puede llegar a dominarse a sí mismo, se siente como si llegase a ser dios, por poder autocrearse de alguna manera", indica. Otros personajes internos son el Hijo de la pavota y Rompecabezas, y a estos se suman otros que lo ayudan en el periplo, como Soledad, Memoria, Esperanza, y Paradoja Capicúa.
Esos dibujos no son en realidad ilustraciones, sino la definición y descripción del personaje -aclara Noé-. En lugar de contar cómo es el personaje o la situación, lo dibujo, Por ejemplo está Paradoja Capicúa, que es el pensamiento, es la razón que todo lo separa y lo categoriza, y lo analiza del derecho y del revés, pero no ve nunca el conjunto entero", explica.
"Por otro lado, las referencias que hago de historias de la vida de este personaje no son inventadas, son testimonios de cosas que así fueron. Fui periodista y lo que cuento, como la parte donde Cristo habla en el Luna Park (acto público de la Escuela Científico Basilio), no está inventado por mí. Ese es el testimonio de una crónica que hice para el diario La Prensa. Eso es así como lo cuento. Hay una cantidad de cosas que parecen totalmente delirantes pero son absolutamente realistas", apunta.