Bansky es lo más parecido al Che Guevara que nos ofrece el siglo XXI. Excepto, por lo que sabemos, que nunca cursó medicina, participó de la Revolución Cubana, ni viajó al Congo ni a Bolivia. El lector encontrará en este libro, amorosamente reunida, la única y mejor colección de fotografías del arte callejero de Banksy que jamás se haya editado.
Para gran pena de todas las escuelas de arte, es probable que se recuerde a Banksy como el mejor artista británico post-milenio-depresión. Su capacidad para llamar la atención, enviar un mensaje, a menudo con una frase contundente o de sentido ambiguo, le hubiera significado un puesto altísimo en una agencia publicitaria; la pérdida para Madison Avenue es nuestra ganancia.
Cuando Banksy comenzó a pintar, el panorama político era desolador. Hoy es diez veces peor. Así que aunque la entrañable y agresiva obra política de Banksy se hace cada vez más importante, nos pareció relevante presentar su arte en el contexto de la época a la que correspondía, considerando los temas de los que se ocupaba.
Si el lector nunca ha escuchado hablar de Banksy, este libro es todo lo que necesita para meterse en una discusión de bar acerca del hombre y de su leyenda.