Anita Payró inició su producción directamente en el campo de la abstracción, sin pasar por la figuración. Además, hizo diseños para la industria textil, siempre fiel a la abstracción. Como pintora, realizó gran cantidad de exposiciones y participó en el envío argentino a la Bienal de Venecia de 1956. "Su peculiar tránsito por las artes aplicadas y por las bellas artes desdibuja las barreras entre estos dominios, que la historia modernista del arte ha querido separar y segregar. Desde una mirada contemporánea, Payró se revela como una silenciosa hereje en el campo de la pureza de la pintura y una pionera del cuestionamiento de las hegemonías en el arte", señala Gluzman en este imperdible ensayo.
LA AUTORA
Georgina Gluzman
" Nacida en Buenos Aires en 1897, Anita Payró creció en una familia profundamente marcada por la cultura. Tras haber cursado sus estudios de arte en la reputada École Bischoffsheim de Bruselas, Payró se instaló en Buenos Aires. La artista desarrolló una importante carrera como profesora y se desempeña en varias escuelas especializadas. En la década de 1950 comienza a exhibir su obra pictórica. Su lenguaje fue siempre la abstracción, pero Payró no se incorporó a los grupos que representaban el movimiento del arte abstracto en la Argentina, aunque mantuvo vínculos con sus integrantes. Su obra, de ejecución cuidadosa, presente juegos cromáticos sutiles y esquemas de composición dinámicos. Su uso habitual de las transparencias contribuye a crear una singular sensanción espacial. Falleció en Buenos Aires en 1980. Al año siguiente, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires la homenajeó con una muestra retrospectiva con obras procedentes de colecciones públicas y privadas."